Por qué comienzan a tronar las rodillas

·

·

¿Te suena familiar ese sonido de crujido en tus rodillas al moverte? Si es así, no estás solo, ya que muchas personas experimentan este fenómeno. Pero, ¿por qué comienzan a tronar las rodillas y cómo se puede evitar?

La razón principal por la que las rodillas comienzan a tronar es debido a la fricción entre los huesos, tendones y ligamentos que las rodean. El sonido se produce cuando se liberan pequeñas burbujas de gas en el líquido sinovial que se encuentra en la articulación.

Aunque la crepitación articular es común, en algunos casos puede indicar un problema subyacente en la rodilla, como el desgaste del cartílago, lesiones en los tendones o ligamentos, inflamación o síndrome de la banda iliotibial.

En términos generales, la crepitación articular no es motivo de preocupación si no está acompañada de dolor, hinchazón u otros síntomas. Sin embargo, en algunos casos, puede indicar un problema subyacente en la rodilla, como:

  1. Desgaste del cartílago: La disminución del cartílago en la rodilla puede hacer que los huesos se froten entre sí, lo que produce el sonido de crujido.
  2. Lesiones en los tendones o ligamentos: Las lesiones en los tendones o ligamentos pueden alterar la posición normal de la rótula y causar ruidos de crepitación.
  3. Inflamación: La inflamación en la rodilla puede provocar el ruido de crujido, especialmente en personas con artritis.
  4. Síndrome de la banda iliotibial: La irritación de la banda iliotibial, que es un tejido conectivo que recorre el lateral del muslo hasta la rodilla, puede producir ruidos de crepitación.

Si deseas evitar que tus rodillas comiencen a tronar, aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte:

  1. Mantén un peso saludable: Si estás por encima de tu peso ideal, puedes estar ejerciendo una presión extra en tus rodillas, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones y causar sonidos de crepitación.
  2. Realiza ejercicios de fortalecimiento: Los músculos fuertes alrededor de las rodillas pueden ayudar a mantenerlas estables y prevenir lesiones.
  3. Mantén una buena postura: Una buena postura puede ayudar a alinear correctamente tus rodillas y evitar la tensión innecesaria.
  4. Usa zapatos adecuados: Un calzado adecuado puede ayudar a absorber los impactos en tus pies y piernas al caminar o correr, lo que puede reducir el riesgo de lesiones.
  5. Calienta antes de hacer ejercicio: Un buen calentamiento puede ayudar a preparar tus músculos y articulaciones para el ejercicio, reduciendo así el riesgo de lesiones.

En resumen, aunque la crepitación articular en las rodillas es común, si experimentas dolor o hinchazón junto con los sonidos de crepitación, es importante que consultes con un médico o fisioterapeuta. Además, siguiendo algunos consejos simples como mantener un peso saludable, realizar ejercicios de fortalecimiento y mantener una buena postura, puedes ayudar a prevenir que tus rodillas comiencen a tronar y a mantenerlas sanas y fuertes.